¿Por qué gastas más de lo que ganas?
La respuesta a esa pregunta es: ¡porque no haces un presupuesto! Mira lo que dice la Biblia sobre eso:
"Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, y dirán: "Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir". Lucas 14:28-30
La enseñanza de este versículo es aprender a calcular, pero no sólo en la mente, sino poniendo toda nuestra atención a lo que necesitamos para emprender algo mayor. Y para lograrlo, necesitas hacer un presupuesto.
Si tu objetivo es comprar un bien, emprender, ahorrar, o lo que sea que quieras hacer, necesitas sí o sí hacer un presupuesto porque este te permitirá poner límites a tus gastos. Así que si leíste el devocional anterior, ya sabes que recopilar todos tus gastos es el primer paso para hacerlo.
Hacer esto por mínimo 3 meses, te permitirá saber de dónde llegan tus ingresos, pero lo más importante, ¡a donde se van!
Una vez que sepas esta información, es necesario que hagas una lista de tu ingreso total neto y entonces enlistar tus gastos y pagos recurrentes de mayor a menor importancia.
Es probable que la renta, la comida, los servicios, tu ofrenda o diezmo y la educación sean prioritarios, pero no olvides incluir en tu lista el ahorro, porque siempre pensamos en ahorrar lo que nos "sobre" y eso nunca pasa. ¿Te ha pasado?.
Luego debes hacer otra lista con gastos menos importantes, gastos que no siempre ocurren pero que los haces, tales como salidas al cine, cenas fuera de casa, reuniones con amigos y familiares, etc. Una vez hecha tu lista, ordénalas de nuevo de las más a menos importantes.
Repite esto mínimo durante 3 meses y compara cada mes. Verás que sólo teniendo los datos frente a ti podrás descubrir a dónde y en qué estás gastando demás, y cuando lo sepas, puedes eliminar, reducir, sustituir o alargar el tiempo para volver a darte ese gusto; tampoco se trata de que te prohibas las cosas que te gustan hacer.
Cuando lo logres, podrás determinar con cuánto dinero quieres vivir al mes y apartar el resto para cualquiera de tus objetivos, de esa forma podrás echar tus cimientos y seguir con la construcción de tu torre, pues habrás planificado y calculado sabiamente.
Ya no te permitas vivir en números rojos, pon atención a esta área tan importante de tu vida y recuerda: ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?
Pbro. Aldo Pascual Flores Peña
Centro de Formacion Misionero y Pastoral Gilgal A.R.
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Ma.Guadalupe Ramírez (domingo, 27 septiembre 2020 16:12)
Así debe de ser, por muchos años viví sin tomar en cuenta que hay que hacerlo, sean muchos o pocos tus ingresos y es muy estresante vivir diciendo " mañana Dios dira" y el dice que planeemos nuestra economía.!