La tentación necesita una fuente de poder para mantenerse en acción, y generalmente, esa fuente viene del interior de tu corazón (emociones) hacia tus
pensamientos. En pocas palabras, tú decides con qué, cómo, cuánto y dónde te permites "conectarte" al pecado, malos hábitos y actitudes incorrectas.
Mateo
15:18-19
18 Pero lo que sale de la
boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
19 Porque del corazón salen
los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Por ello ceder ante nuestros deseos prohibidos es tan peligroso, porque inicias teniendo un deseo incontrolable; y luego de haber probado, ansias más para terminar añorando una vida
desenfrenada.
¿La solución? Ya conoces la respuesta... Mantenerte conectado a Dios es la única manera en la que puedes mantenerte firme, sobre todo cuando tu
conexión con Dios es tan fuerte y el Espíritu Santo te dirige en cada vez una de tus decisiones. Ya lo sabes, mientras más practiques, aprendas y apliques la Palabra de Dios en
tu vida, más fácil será el poder de rechazar la tentación, y aún mejor, discernir las fuentes de donde vienen.
Lee lo que Dios quiere decirte hoy en Santiago 1: 12-15,
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a
los que lo aman.Nadie diga cuando sea tentado: "Soy tentado por Dios" porque Dios no es tentado por el mal, y él no tienta a nadie. Pero cada uno es tentado cuando es arrastrado
y seducido por su propia pasión. Luego esa pasión, después de haber concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez llevado a cabo, engendra la muerte.
Recuerda que la tentación no es pecado, ¡pecado es ceder a ella!
Pbro. Aldo Pascual Flores Peña
Centro de Formación Misionero y Pastoral Gilgal
A.R.
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